Las personas que participen en esta red aceptan compartir en su vida cotidiana la experiencia de cuatro principios básicos de espiritualidad franciscana que se plasman en cinco criterios de aplicación concretos.


Principio 1. Buscar cada día la relación personalizada con Dios

Este principio muestra la necesidad de cultivar la vida interior, como proceso de transformación y búsqueda de sentido. Esa búsqueda de la autenticidad interior es la base para abrimos a entablar una relación afectiva, personalizada con Jesús, una comunicación amorosa real de diálogo y escucha. Amar y sentirse amado por Él. Hablarle y escucharle cada día. Una relación que se concentra en torno a un eje que lo sintetiza todo: confiar, esperar y amar en apertura a la voluntad del Padre.

Este principio conlleva, pues, enfrentarse a la pregunta que Francisco se hizo: “¿Quién eres tú, Dios, y quién soy yo?”. Una pregunta que, si la hacemos nuestra, nos dispone a centrar la vida con autenticidad.

Este principio de relación afectiva y personalizada con Jesús puede hacerse presente en todos los momentos de nuestra vida cotidiana. En todo caso, para iniciar o consolidad este itinerario, las personas que participan en esta red comparten en concreto un criterio de aplicación de este principio:

-Criterio 1. Intentar reservar un tiempo de oración diaria de entre 15 y 30 minutos, en el que haya espacio para la lectura receptiva del Evangelio, para el silencio de escucha y para expresar con nuestra realidad y sus alegrías y dificultades, nuestros sentimientos de agradecimiento, necesidad de perdón, ayuda, intercesión…

Principio 2. Vida cotidiana: hacia adentro, humildad

Significa que intentamos elaborar nuestras dificultades personales y nuestros conflictos de convivencia desde dentro y desde abajo, es decir, con consciencia de nuestra pobreza personal y de nuestras limitaciones, y haciendo opción por el diálogo, el perdón, la reconciliación y la búsqueda de la autenticidad ética y existencial en diálogo con Dios y con nuestra propia conciencia. Se trata, en definitiva, de una opción por la minoridad evangélica y franciscana.

-Criterio 2. Este principio se concreta en un trabajo personal, constante y comprometido para releer todo lo que nos ocurre desde estas claves luminosas. Las personas que participamos en esta red aceptamos este reto.

Principio 3. Vida cotidiana: hacia afuera, solidaridad

Quiere decir que nos abrimos a los otros y al mundo con agradecimiento, generosidad, compromiso y gratuidad, buscando nuestra misión en apertura a la voluntad del Padre. Significa que damos algo de lo que tenemos, y que lo hacemos desinteresadamente, no sólo para sentirnos buenos, justificados, ganarnos el cielo o fundamentar nuestra vida, sino como criterio rector de amor gratuito. Probablemente, la mayoría de las personas que participamos en esta red ya tenemos uno, varios o muchos compromisos de solidaridad. Este principio no implica adquirir nuevos compromisos necesariamente, sino que los que ya tenemos son elaborados e iluminados desde la gratuidad y el agradecimiento.

-Criterio 3. En lo concreto, esto significa que nuestra vida tiene, al menos, un compromiso de solidaridad, una expresión de altruismo con los otros, especialmente con los últimos y con los más necesitados. Puede ser el acompañamiento a un familiar enfermo o a un prójimo necesitado, puede ser nuestra contribución económica a una causa solidaria, puede ser nuestra participación en una organización social o humanitaria, o en la lucha por la paz y la justicia social. La vida franciscana no es completa sin la experiencia de la solidaridad con el prójimo. Si en nuestra vida no existe esta expresión de solidaridad, trataremos de incorporarla.

Principio 4. Compartir este camino, vivir la fraternidad

La llamada a vivir la fraternidad es una seña de identidad esencial de Francisco. Entiende así el seguimiento a Jesús. Buscar la relación, la amistad, la comunión en la diferencia. Compartir y buscar la fraternidad en la dignidad humana, hacerse hermano, sentirse prójimo, construir la paz. Modestamente esta red quisiera contribuir a esta identidad entre lo evangélico y lo relacional. Este principio que nos invita a compartir este camino de espiritualidad franciscana encuentra dos criterios de aplicación.

-Criterio 4. Los últimos jueves de cada mes a las 19.30 h, la red de espiritualidad franciscana mantendrá un encuentro mensual de oración y celebración abierta en cada parroquia, ermita, capilla o iglesia en que un grupo de personas esté dispuesto a reunirse en oración. Este encuentro mensual incluirá un tiempo de canto, de silencio, de lectura del Evangelio, de reflexión y de oración comunitaria. Cada mes, diez o quince días antes de la fecha de cada encuentro, se hará llegar por correo electrónico a todas las personas inscritas en la red los textos de lectura y el material de reflexión para la celebración.

-Criterio 5. Muchas personas, tal vez, no puedan participar en estas celebraciones mensuales, sencillamente porque no pueden ese día y a esa hora, o porque se les hace difícil participar en un encuentro como éste. La vocación de esta red es abrirse y compartir. Por eso, el quinto criterio de aplicación consiste en convertir ese material de lectura y reflexión en una Carta abierta de la Red Asís, para personas que buscan. Una carta mensual que se dirige a todas las personas que puedan ser receptivas a sus sugerencias porque se encuentran en procesos de búsqueda con distintas fases o momentos de inquietud y aunque no participen físicamente en los encuentros mensuales. De este modo, cada una de las personas que sí participamos personalmente en los encuentros mensuales de la red, ofreceremos esta carta a personas de nuestro entorno a las que les pueda interesar o decir algo este material. De esta forma, cualquier persona que dé su dirección de correo electrónico para recibir la carta formará parte también de esta red en otro nivel que se corresponderá con su momento personal. Algunas de estas personas podrán compartir ese encuentro de oración mensual desde su casa o su trabajo y otras simplemente lo harán reflexionando esporádicamente con la lectura de la carta. Cada cual puede participar en esta red en el nivel que desee.