Sugerencias

 


Notas:

  • La característica principal de la Red Asís es que quiere ser abierta, ofrecerse y multiplicarse. Esa apertura nos corresponde facilitarla a cada una de las personas que formamos parte de la red. Todos/as podemos ser multiplicadores de la Red Asís pensando a quién podemos invitar a inscribirse para recibir esta Carta o acudir a la oración mensual que se celebra los últimos jueves de cada mes a las 19.30 h, en los lugares habituales.
  • Si quieres recibir información sobre la Red Asís o inscribirte para recibir mensualmente esta carta, llama al 646-214896 o envía un mail a redasis@arantzazu.org.

 

Diciembre de 2020  Número 146

Principio 1. Vida cotidiana: Hacia fuera, solidaridad

Qué cantidad de energía hemos invertido y seguiremos invirtiendo para alcanzar sabiduría. La historia de la humanidad se puede resumir también como en el caminar en pos del conocimiento, y así comprender la realidad propia y del universo. Pero siempre nos encontramos con los mismos límites y dificultades. La sabiduría no se alcanza, se recibe.

Tema de reflexión

Hay personas que nos maravillan por su gran memoria, porque son capaces de acumular mucha información en multitud de campos del saber: ciencia, cultura, historia... Son como enciclopedias andantes. No hay más que ver algún concurso de televisión. Decimos de ellas que saben mucho. Hay otras personas que, aunque no sepan tanto como las anteriores, poseen la facilidad de captar los mecanismos humanos que mueven a los demás; son rápidas a la hora de saber qué le agrada y le disgusta al que tiene al lado, qué motivaciones le mueven, cómo se siente, qué necesita... No es fácil llevarles a engaño porque se las saben todas.

Pero cuando hablamos de alguien que es sabio, no nos estamos refiriendo a la acumulación de datos y saberes ni al conocimiento de las personas, sino a esa capacidad humana que se adquiere cuando comenzamos a percibir lo que podemos y no podemos esperar de nosotros mismos y de los demás. Es como ese olfato para calibrar en su justa medida lo que nuestra condición humana puede dar y no dar. No es mero fruto de un esfuerzo intelectual, ni de habilidades de relación, sino esa lucidez adquirida en la experiencia personal que nos sitúa en nuestra verdad. Esta sabiduría no nos coloca por encima ni por debajo de los demás, sino que nos pone en nuestro sitio en medio de la realidad. Es un tipo de sabiduría que requiere humildad. La persona que está llegando a esta situación, decimos que es una persona sabia.

Y hay otra sabiduría, parecida a la anterior, que se alcanza ante la presencia de Dios. Es la persona que se sabe criatura. Más que una especie de logro o algo que se alcanza, es una especie de revelación, un regalo. Ante el descubrimiento de la presencia de Dios, uno mismo se ve, al mismo tiempo, como la mayor maravilla de la naturaleza por el amor que recibe y como la más pequeña de las criaturas, porque todo es regalo, don, sin ningún mérito.

Texto bíblico: 1Cor 2,1-5

En lo que a mí toca, hermanos, cuando vine a vuestra ciudad para anunciaros el designio de Dios, no lo hice con alardes de elocuencia o de sabiduría. Pues nunca entre vosotros me he preciado de conocer otra cosa sino a Jesucristo, y a este crucificado. Me presenté ante vosotros débil, asustado y temblando de miedo. Mi palabra y mi predicación no consistieron en sabios y persuasivos discursos; fue más bien una demostración del poder el Espíritu, para que vuestra fe se fundara, no en la sabiduría humana, sino en el poder de Dios.

Espiritualidad franciscana

Hallábase el bienaventurado Francisco en el capítulo general de Santa María de la Porciúncula llamado capítulo de las esteras. Asistían a él cinco mil hermanos, muchos de ellos hombres sabios y muy doctos; rogaron al señor cardenal, el futuro papa Gregorio, que estaba presente en el capítulo, que persuadiese al bienaventurado Francisco a seguir los consejos de los hermanos sabios y a dejarse dirigir por ellos. Invocaban las Reglas de San Benito, de San Agustín, de San Bernardo, que determinan detalladamente las normas de vida.

El bienaventurado Francisco escuchó la advertencia del cardenal sobre este asunto; tomándole de la mano, le condujo a la asamblea del capítulo y habló a los hermanos en estos términos: «Hermanos míos, hermanos míos, Dios me llamó a caminar por la vía de la simplicidad. No quiero que me mencionéis regla alguna, ni la de San Agustín, ni la de San Bernardo, ni la de San Benito. El Señor me dijo que quería hacer de mí un nuevo loco en el mundo, y el Señor no quiso llevarnos por otra sabiduría que ésta. De vuestra ciencia y saber se servirá Dios para confundiros». El cardenal, estupefacto, nada replicó, y todos los hermanos quedaron asustados. (LegPer 18)

Oración

Sabiduría escondida
entre redes inciertas del poder más
y el sutil precipicio de la vanagloria.
La ascensión hacia la des apropiación sin más
requiere el descenso vertiginoso, total,
en picado hacia la plenitud carente de más;
una cuesta abajo costosa
por el vértigo en la ausencia de bienes materiales
sin parapetos que oculten su vacía entraña.
Para ir hacia arriba
conviene desplazarse, cada vez, más abajo
en contacto directo con la lluvia empapada de indulgencia;
caminar sin las cargas ligeras
de privilegios con su arma de soberbia
y seguridades bloqueando nuestras puertas.
¡Subida por la bajada!,
corriente de agua fresca
que al intentar contenerla se nos escapa
con la esperanza de volver a rozar
su fuente silenciosa
que necesita caer,
desbordarse en fina suavidad
hasta desaparecer en el mar.

(Toño Martínez)

Epílogo de la Carta

No hay que confundir nunca el conocimiento con la sabiduría. El primero nos sirve para ganarnos la vida; la sabiduría nos ayuda a vivir. (Sorcha Carey)

Evangelio diario del mes de diciembre de 2020

Las personas que deseen hacer una lectura diaria del Evangelio, según las lecturas que corresponden cada día, tienen a continuación las referencias de todo el mes de diciembre:

1 Lc 10, 21-24 / 2 Mt 15, 29-37 / 3 Mt 7, 21.24-27 / 4 Mt 9, 27-31 / 5 Mt 9,35-10,1.5-8 / 6 Mc 1, 1-8 / 7 Lc 5,17-26 / 8 Lc 1, 26-38 / 9 Mt 11, 28-30 / 10 Mt 11, 11-15 / 11 Mt 11, 16-19 / 12 Mt 17, 10-13 / 13 Jn 1,6-8.19-28 / 14 Mt 21,23-27 / 15 Mt 21,28-32 / 16 Lc 7, 19-23 / 17 Mt 1, 1-17 / 18 Mt 1, 18-24 / 19 Lc 1, 5-25 / 20 Lc 1, 26-38 / 21 Lc 1, 39-45 / 22 Lc 1, 46-56 / 23 Lc 1, 57-66 / 24 Lc 1, 67-79 / 25 Jn 1, 1-18 / 26 Mt 10, 17-22 / 27 Lc 2, 22-40 / 28 Mt 2,13-18 / 29 Lc 2, 22-35 / 30 Lc 2, 36-40 / 31 Jn 1,1-18

La oración en común de este mes de diciembre será el día 26 a las 19:30