Sugerencias

 


Notas:

  • La característica principal de la Red Asís es que quiere ser abierta, ofrecerse y multiplicarse. Esa apertura nos corresponde facilitarla a cada una de las personas que formamos parte de la red. Todos/as podemos ser multiplicadores de la Red Asís pensando a quién podemos invitar a inscribirse para recibir esta Carta o acudir a la oración mensual que se celebra los últimos jueves de cada mes a las 19.30 h, en los lugares habituales.
  • Si quieres recibir información sobre la Red Asís o inscribirte para recibir mensualmente esta carta, llama al 646-214896 o envía un mail a redasis@arantzazu.org.

 

Septiembre de 2017  Número 107

Principio 3. Vida cotidiana: Hacia fuera, solidaridad

En este tercer principio queremos dirigir la mirada recibida de Dios a nuestro entorno. Ya sabemos que nuestra mirada busca la calidad, “Cero Defectos”, el “label”. Dios, en cambio, busca a los defectuosos, a los desechados, a los ninguneados, a los pecadores. Esos saben qué es ser amados sin merecerlo. ¿Dónde buscaremos a Dios? ¿Quién nos hablará de Él?

Tema de reflexión

El riesgo de perder

Vivimos en una cultura donde da mucho miedo la pérdida, salir perdiendo: tiempo, dinero, prestigio, bienes... A la hora de tomar decisiones siempre hacemos una previsión de lo que vamos a ganar y lo que vamos a perder: al hacer un presupuesto económico, al invertir tiempo en alguna tarea, en las relaciones personales...

En nuestra voluntad de vivir solidariamente, también nos resulta esclarecedor calibrar qué intentamos conseguir para nosotros o para los demás y qué ponemos para ello de nosotros mismos, qué invertimos, qué gastamos. Las mismas organizaciones solidarias exigen, cada vez más, un mayor rigor a la hora de adecuar los esfuerzos que invierten a los resultados que prevén lograr. Ciertamente, los bienes son limitados y no podemos andar dilapidando vida sin ton ni son.

Junto a lo dicho, también tenemos que ser conscientes que podemos perder todo lo que ponemos en juego por nuestra parte porque no es seguro que consigamos lo que pretendemos. Ya sabemos que apostar por los demás, dar de nosotros mismos no asegura el éxito; es decir que tenemos el riesgo de que no haya servido para nada.

Asumir este riesgo de perder en el terreno de la solidaridad nos lleva a mirar más arriba y más adentro en las motivaciones que nos mueven. El riesgo a perder da valor al hecho de salir de nosotros mismos sin tener asegurada la vuelta, el logro, el éxito, aunque sea moral. Estamos en el terreno donde ponemos en juego el valor de las cosas y las personas más allá de nuestro control, de lo que vemos y palpamos. Nos hace desprendernos hasta de nosotros mismos independientemente de que se logre o no lo pretendido. El riesgo de perder parece que quita valor a la entrega porque entra dentro de lo posible el fracaso, la quiebra; pero también da hondura y verdad a dicha entrega. Todo depende desde dónde hacemos nuestra entrega solidaria.

Jesús se entregó del todo solidariamente, más allá de lo que veía y controlaba. Francisco quedó maravillado de ello y le marcó su vida entera.

Texto Evangélico: Lc 6 31-36

Tratad a los demás como queréis que ellos os traten a vosotros. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a quienes los aman. Si hacéis el bien a quien os lo hace a vosotros, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores hacen lo mismo. Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores se prestan entre ellos para recibir lo equivalente. Vosotros amad a vuestros enemigos, haced bien y prestad sin esperar nada a cambio; así vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo. Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso.

Espiritualidad franciscana

“La regla y vida de estos hermanos es ésta: vivir en obediencia, en castidad y sin nada propio, y seguir la doctrina y las huellas de nuestro Señor Jesucristo, que dice: Si quieres ser perfecto, ve, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Y también: Si alguno quiere venirse conmigo, niéguese a sí mismo y tome su cruz y sígame. Asimismo: Si alguno quiere venirse conmigo y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y: Todo el que haya dejado padre o madre, hermanos o hermanas, mujer e hijos, casas o campos por mí, recibirá cien veces más y poseerá la vida eterna” (1R 1,1-5).

Francisco recibió como forma de vida vivir el evangelio, seguir las palabras y la vida de Jesucristo. Es muy consciente de que el camino del evangelio conlleva despojarse de todo, estar dispuesto a perderse, darlo todo y darse del todo a los pobres para vivir como Jesucristo y con Él. Es muy consciente de que no va a ser comprendido siempre, empezando por su padre Pedro Bernardone, pero opta por ello sencillamente porque ha encontrado el tesoro.

Oración

"DIOS PADRE MÍO:
desaloja mis "ídolos".
Desaloja de mí toda persona o cosa
que ocupa un lugar indebido:
la que arropa mi soledad,
la que dulcifica mi renuncia,
la que no quiero perder...
Son mis ídolos, Señor.
Se interfieren entre Tú y yo.

¡Desaloja mi interior, Padre!
Tú solo eres mi Dios,
el único sostén de mi opción evangélica...
Vivir a la intemperie: en esa pobreza íntima
que es despojo, renuncia, soledad,
para hacer sitio a la solidaridad.
Sin otras razones de vivir.
¡SÓLO TÚ Y TU PUEBLO!"

(A. Sanchís, o.p.)

Epílogo de la Carta

“El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido” (Lc 19,10)

Evangelio diario del mes de septiembre de 2017

Las personas que deseen hacer una lectura diaria del Evangelio, según las lecturas que corresponden a cada día, tienen a continuación las referencias de todo el mes de septiembre:

1 Mt 25, 1-13 / 2 Mt 25, 14-30 / 3 Mt 16, 21-27 / 4 Lc 4, 16-30 / 5 Lc 4,31-37 / 6 Lc 4, 38-44 / 7 Lc 5, 1-11 / 8 Mt 1,1-16.18-23 / 9 Lc 6, 1-5 / 10 Mt 18,15-20 / 11 Lc 6,6-11 / 12 Lc 6, 12-19 / 13 Lc 6, 20-26 / 14 Jn 3, 13-17 / 15 Lc 2, 33-35 / 16 Lc 6,43-49 / 17 Mt 18, 21-35 / 18 Lc 7, 1-10 / 19 Lc 7, 11-17 / 20 Lc 7, 31-35 / 21 Mt 9,9-13 / 22 Lc 8, 1-3 / 23 Lc 8, 4-15 / 24 Mt 20, 1-16 / 25 Lc 8, 16-18 / 26 Lc 8, 19-21 / 27 Lc 9, 1-6 / 28 Lc 9, 7-9 / 29 Jn 1, 47-51 / 30

La oración del mes de septiembre será el día 28