Sugerencias para el trabajo personal o en grupo con la Carta de Asís
Julio 2025
Principio 1. Buscar cada día la relación personalizada con Dios
Nº 201
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Vivir en paz
Introducción
Qué bien cuando puedo decir en verdad: vivo en paz. Y cuánto cuesta llegar a ello en medio del trajín de la vida que llevamos.
Reflexión
En más de una época de la vida hemos vivido momentos o tiempos de paz. Es verdad que llamamos paz muchas veces a la cierta tranquilidad después de la tormenta, haya sido ésta lo que haya sido. Nos hace bien reconocer esa sensación de lo que llamamos paz; como que la vida fluye de modo natural.
Pero también somos capaces de discernir que no todas esas sensaciones de paz son del mismo calado. Una es la tranquilidad, otra es la serenidad, otra más parecido a la esperanza… También sabemos percibir algunos momentos de paz pero como tapaderas de batallas interiores; más parecidas a una paz engañosa. Nos engañamos tan fácil…
Seguro que hemos vivido también épocas de lucha, de conflicto con personas, trabajo sin descanso, pero estando enteros por dentro, sin perder el equilibrio vital, el norte de la vida; aunque no se sepa en que terminará todo lo que estamos viviendo.
Quizá hemos tenido la suerte de haber conocido personas que irradian una paz que da envidia; una paz aun cuando quizá están enfermas y sin remedio. Saben por quién y para quién viven. No es una paz fingida sino auténtica. Y a uno se le refuerza la esperanza al contacto con dichas personas.
Puedo hacer un recuerdo de algo de todo esto. Es verdad: se puede vivir en paz.
Texto bíblico (Is 52, 5-10)
La paz es uno de los mayores deseos que aparece en la Biblia. Es el mejor saludo: La paz contigo. Es señal de Dios; es regalo de Dios. El texto del profeta Isaías es reflejo del gozo por la paz. Junto a ausencia de guerra, de conflicto; más que la mera tranquilidad y quietud, es la presencia de Dios en medio del pueblo; en medio de tu vida.
Franciscanismo (TC 25-26)
La paz, el saludo de paz es característico del mundo franciscano desde sus orígenes, tal como lo atestigua el texto que se ofrece. Y la paz es mucho más que ausencia de conflicto para Francisco, es trabajo de reconciliación, camino de justicia, vehículo de salvación. La vocación franciscana, en cualquiera de sus formas, está asociada a lograr, en uno y para los demás, una vida en paz.
Invitación a la oración
Tomo un tiempo para la soledad y el silencio. Me expongo ante Dios humildemente. Poco a poco voy vislumbrando los conflictos que se están dando en el mundo, alrededor de mí, y en mi persona misma. Los presento ante el Señor de la paz. Y le pido que me ayude a poner de mi parte aquello que puedo en el camino de la paz. Tomo la oración y la voy desgranando despacio, de modo que vaya calando en mí. Agradezco al Dios de la paz.