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Febrero de 2021  Número 148

Principio 4. Compartir este camino, vivir la fraternidad

Las relaciones fraternas se juegan mucho en la verdad de la relación. Pero también en los modos de dicha relación. De modo que si para que la relación sea verdadera es necesaria la autenticidad, para que dure en el tiempo son necesarias las formas que faciliten vivirla.

Tema de reflexión

Trátame con cortesía, hermano, hermana

No vivimos tiempos en los cuales se valore la cortesía en las relaciones. Hoy prima la efectividad, el modo de hablar directo, sin florituras. Solemos tender a un trato donde se vaya al grano. Así, no nos perdemos en las formas ni perdemos tanta energía en el envoltorio y nos centramos más en el contenido. Seguramente estamos bajo la influencia del modo de vida productivo que aspira conseguir el máximo resultado con el mínimo esfuerzo. Poco a poco este modo de relación se ha extendido a otros ámbitos de las relaciones humanas.

Y sin embargo, hay terrenos humanos donde no cabe este tipo de relación que busca la efectividad, sino que más bien se requiere gratuidad, generosidad. Por ejemplo, en las relaciones fraternas, familiares, de amistad, no se atiende tanto al beneficio sino al trato mismo, a la relación por la relación. En estos territorios humanos los modos, las formas, el envoltorio sí ayuda a llegar y a trabajar los fondos.

Qué importante es tratar a las personas con cortesía, porque una caridad sin cortesía es una aspereza. Que en las relaciones fraternas no se dé un cierto cuidado, una mínima delicadeza y amabilidad es señal de que hay una torpeza para relacionarse, o quizá sea un acto de superioridad y menosprecio hacia el hermano, la hermana. Porque la cortesía no son florituras sino uno de los medios adecuados para trabajar el amor y el aprecio.

La cortesía, que no la relación barroca y empalagosa, es como el lubrificante que facilita las relaciones humanas y hace que las diferencias sean mejor asumidas para una mayor integración en el ámbito fraterno. Más incluso; hasta los asuntos quizá vidriosos puedan ser abordados con mayor naturalidad. Hermano, hermana, tratémonos con cortesía.

Texto bíblico: 1Tes 5,12-16

Os rogamos, hermanos, que tengáis consideración con quienes trabajan entre vosotros y os atienden y amonestan en el nombre del Señor. Corresponded a sus trabajos con amor siempre creciente. Y vivid en paz unos con otros. También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los que yerran, que alentéis a los abatidos, que sostengáis a los débiles, que tengáis paciencia con todos. Mirad que ninguno devuelva mal por mal; al contrario procurad haceros siempre el bien unos a otros y a todos. Estas siempre alegres.

Espiritualidad franciscana

En cierta ocasión, morando el bienaventurado Francisco en el mismo lugar, había allí un hermano, hombre de profunda vida interior y además antiguo en la Orden, que estaba muy débil y enfermo. Haciéndose cargo de su estado, el bienaventurado Francisco tuvo compasión de él. Pero como entonces los hermanos, sanos o enfermos, con gozo y paciencia tomaban la pobreza como abundancia y en sus enfermedades no usaban medicinas, sino que más a gusto hacían lo que era contrario al cuerpo, se dijo a sí mismo el bienaventurado Francisco: «Si este hermano comiese, bien de mañana, unas uvas maduras, yo creo que le haría bien». Un día se levantó muy temprano y, sin hacer ruido, llamó al hermano y le llevó a una viña que hay cerca de aquella iglesia. Él mismo escogió una vid que tenía racimos hermosos y maduros. Sentándose con el hermano junto a la cepa, empezó a comer uvas para que el hermano no tuviese vergüenza de comérselas solo. Y, estando comiendo los dos, aquel hermano alabó al Señor Dios. Mientras vivió refería frecuentemente a los hermanos, con mucha devoción y saltándosele las lágrimas, esta delicadeza que el santo padre había tenido con él. (LegPer 53).

Oración

Llegaste a mí, humilde y discretamente,
para ofrecerme tu amistad.
Me elevaste a tu nivel, abajándote Tú al mío,
y deseando un trato familiar,
pleno de abandono.
[...] Quieres que nuestra amistad
sea fecunda y productiva para mí mismo y para los demás.

Dios amigo del hombre,
Creador amigo de la creatura,
Santo amigo del pecador,
eres el amigo ideal,
que nunca falla en su fidelidad
y nunca se rehúsa a sí mismo.

Al ofrecimiento de tan magnífica amistad,
quisiera corresponder como Tú esperas y mereces
procediendo siempre como tu amigo. Amen.

(Ignacio Larrañaga)

Epílogo de la Carta

"Difícil es decir cuánto concilia los ánimos humanos la cortesía y la afabilidad al hablar." Cicerón (106 AC-43 AC)

Evangelio diario del mes de febrero de 2021

Las personas que deseen hacer una lectura diaria del Evangelio, según las lecturas que corresponden cada día, tienen a continuación las referencias de todo el mes de febrero:

1 Mc 5,1-20 / 2 Lc 2, 22-40 / 3 Mc 6,1-6 / 4 Mc 6, 7-13 / 5 Mc 6,14-29 / 6 Mc 6, 30-34 / 7 Mc 1,29-39 / 8 Mc 6, 53-56 / 9 Mc 7, 1-13 / 10 Mc 7, 14 23 / 11 Mc 7, 24-30 / 12 Mc 7,31-37 / 13 Mc 8, 1-10 / 14 Mc 1,40-45 / 15 Mc 8, 11-13 / 16 Mc 8,14-21 / 17 Mt 6, 1-6.16-18 / 18 Lc 9, 22-25 / 19 Mt 9, 14-15 / 20 Lc 5, 27-3 / 21 Mc 1, 12-15 / 22 Mt 16,13-19 / 23 Mt 6,7-15 / 24 Lc 11, 29-32 / 25 Mt 7,7-12 / 26 Mt 5,20-26 / 27 Mt 5,43-48 / 28 Mc 9,2-10

La oración en común de este mes de febrero será el día 25 a las 19:30