Sugerencias

 


Notas:

  • La característica principal de la Red Asís es que quiere ser abierta, ofrecerse y multiplicarse. Esa apertura nos corresponde facilitarla a cada una de las personas que formamos parte de la red. Todos/as podemos ser multiplicadores de la Red Asís pensando a quién podemos invitar a inscribirse para recibir esta Carta o acudir a la oración mensual que se celebra los últimos jueves de cada mes a las 19.30 h, en los lugares habituales.
  • Si quieres recibir información sobre la Red Asís o inscribirte para recibir mensualmente esta carta, llama al 646-214896 o envía un mail a redasis@arantzazu.org.

 

Diciembre de 2019  Número 134

Principio 2. Vida cotidiana: Hacia dentro, humildad

Metidos en el laberinto diario, ¿no nos surge también a nosotros la nostalgia de espacios para poder respirar y poder entrar en nosotros mismos? Jesús los procuraba, Francisco también. ¿No tendremos que buscar esos espacios para poder vivir a fondo?

Tema de reflexión

Nostalgia y esperanza

Todos tenemos, de un modo u otro, el recuerdo entrañable de alguien que ha sido importante en algún momento de la vida: un amigo, nuestros padres, algún profesor... ¡Qué no daríamos por volver a estar con esa persona, conversar, saber de ella! Quizá ya no pueda ser posible porque está lejos, o ha fallecido. Pero queda esa nostalgia agradecida.

Hay una forma de mantener la relación con esa persona que no supone una presencia física como nos gustaría. Dicha relación se da cuando somos fieles a aquello que vivimos juntos, a esa relación que nos marcó. Es posible que algunos lean esa fidelidad como terquedad, como una reducción al mero recuerdo para no asumir que aquello pasó, que la relación ya no es posible. Sin embargo, también se da la fidelidad a aquella persona para mantener vivo lo mejor de lo que uno mismo es, ya que fue aquella relación la que despertó en nosotros lo que ahora somos. Así, si no mantenemos esa fidelidad traicionamos lo más auténtico de nosotros mismo.

Esta especie de nostalgia de aquella relación vivida, y que sigue marcando nuestra vida hoy, señala que dicha relación sigue vigente, aunque de otro modo. Si hubiera caducado, nuestra vida actual no haría ningún tipo de referencia a aquella relación. No; no podemos negar que la nostalgia nos hace vivir, y vivir con sentido y gozo. Es más; incluso nos abre a la esperanza de que aquello vivido se nos dará en el futuro, aunque ahora se nos escapen del todo el cuándo y el cómo.

¡Cuánto nos marcan las relaciones que han configurado nuestras vidas! No digamos nada cuando se ha dado la relación con Dios mismo. En esta sociedad tan secularizada donde Dios ha desaparecido del horizonte, hay muchas personas, más de las que pensamos, que añoran a Dios. Y no precisamente como reacción al ambiente de increencia en que se ven envueltas, sino como esperanza fiel a lo mejor que les ha sucedido en sus vidas.

Texto Bíblico: Est 14,1.3-5.12-14

La reina Ester, temiendo el peligro inminente, acudió al Señor y suplicó al Señor Dios de Israel en estos términos: “Señor mío, único rey nuestro, protégeme, que estoy sola y no tengo otro defensor que tú. Yo misma me he expuesto al peligro. Mi padre me ha contado cómo tú, Señor, escogiste a Israel entre las naciones, a nuestros padres entre los pueblos más poderosos, para ser tu heredad perpetua; y les cumpliste lo que habías prometido. Nosotros hemos pecado contra ti. ¡Justo eres, Señor! Atiende Señor; muéstrate a nosotros en la tribulación, dame valor Señor, rey de dioses y poderosos: Pon un discurso acertado cuando tenga que hablar al león. A nosotros líbranos con tu mano, y a mí, que no tengo otro auxilio, protégeme tú, Señor, que lo sabes todo”.

Espiritualidad franciscana

Y aunque el glorioso padre Francisco estuviese ya consumado en gracia ante Dios y resplandeciese en santas obras, sin embargo estaba siempre pensando en emprender cosas más perfectas. Ardía por esto en deseos vehementes de poder volver a aquellos comienzos de humildad, y, gozoso en la esperanza por la inmensidad de su amor, cavilaba en reducir su cuerpo, ya extenuado, a la antigua servidumbre. Y cuando por la enfermedad se veía precisado a mitigar el primitivo rigor, solía decir: “Comencemos, hermanos, a servir al Señor Dios, pues escaso es o poco lo que hemos adelantado”. No pensaba haber llegado aún a la meta, y, permaneciendo firme en el propósito de la santa renovación, estaba siempre dispuesto a comenzar nuevamente.

Le hubiera gustado volver a servir a los leprosos y padecer desprecios, como en tiempos pasados. Se daba cuenta de que muchos hermanos ambicionaban puestos de magisterio. Dolíase de que algunos hubieran abandonado sus primeras obras y por nuevos descubrimientos hubiesen olvidado la primitiva simplicidad. Por eso se lamentaba de los que, habiendo aspirado tiempo atrás con toda su alma a cosas más elevadas, hubieran decaído hasta las más bajas (1Cel 103-104).

Oración

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.

Salmo 63 (62) 2-9

Epílogo de la Carta

“Nos hiciste para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti.” (San Agustín)

Evangelio diario del mes de diciembre de 2019

Las personas que deseen hacer una lectura diaria del Evangelio, según las lecturas que corresponden cada día, tienen a continuación las referencias de todo el mes de diciembre:

1 Mt 24, 37-44 / 2 Mt 8,5-11 / 3 Lc 10, 21-24 / 4 Mt 15, 29-37 / 5 Mt 7, 21.24-27 / 6 Mt 9, 27-31 / 7 Mt 9,35-10,1.5-8 / 8 Lc 1, 26-38 / 9 Lc 5,17-26 / 10 Mt 18, 12-14 / 11 Mt 11, 28-30 / 12 Mt 11, 11-15 / 13 Mt 11, 16-19 / 14 Mt 17, 10-13 / 15 Mt 11,2-11 / 16 Mt 21,23-27 / 17 Mt 1,1-17 / 18 Mt 1, 18-24 / 19 Lc 1, 5-25 / 20 Lc 1, 26-38 / 21 Lc 1, 39-45 / 22 Mt 1, 18-24 / 23 Lc 1, 39-45 / 24 Lc 1, 67-79 / 25 Jn 1, 1-18 / 26 Mt 10, 17-22 / 27Jn 20,2-8 / 28 Mt 2,13-18 / 29 Mt 2,13-15.19-23 / 30 Lc 2, 36-40 / 31 Jn 1,1-18

La Oración del mes de diciembre será el día 26