Sugerencias

 


Notas:

  • La característica principal de la Red Asís es que quiere ser abierta, ofrecerse y multiplicarse. Esa apertura nos corresponde facilitarla a cada una de las personas que formamos parte de la red. Todos/as podemos ser multiplicadores de la Red Asís pensando a quién podemos invitar a inscribirse para recibir esta Carta o acudir a la oración mensual que se celebra los últimos jueves de cada mes a las 19.30 h, en los lugares habituales.
  • Si quieres recibir información sobre la Red Asís o inscribirte para recibir mensualmente esta carta, llama al 646-214896 o envía un mail a redasis@arantzazu.org.

 

Abril de 2019  Número 126

Principio 2. Vida cotidiana: Hacia dentro, humildad

Como dice san Pablo: “yo sé de quién me he fiado, de Aquél que me ha amado siendo yo un traidor”. También san Francisco se ve abrumado por este amor inmerecido, que por un lado le lleva a verse como vil gusano, y a la vez le da la audacia de ponerse delante del lobo o del sultán, porque va fiado de Dios.

Tema de reflexión

Vivir es confiar

Nacemos confiados y confiando en la vida y en las personas que nos acogen. Confiadamente crecemos, arropados por las personas que nos quieren, abiertos a las novedades inéditas que nos ofrece todo. Sólo así es posible adentrarse en la vida. A medida que nos vamos haciendo adultos, vamos aprendiendo que la realidad no responde a nuestros deseos e ilusiones. Conocemos el fracaso; hay personas que nos desengañan; incluso nosotros mismos no damos la talla que esperábamos. Todo esto nos frustra, nos hace sufrir y nos enseña a vivir prevenidos. En el fondo, los golpes de la vida nos vuelven desconfiados.

Hay épocas de la vida en las que estamos de vuelta de todo y puede introducirse en nosotros ese “realismo” que entinta todo de escepticismo; como que en el fondo nada vale la pena. Más incluso; puede llegar a asomar en nosotros una especie de amargura que enturbia todo lo que vivimos y enrarece las relaciones con las personas. Las motivaciones más auténticas que nos movieron en otras épocas (esposo/esposa, hijos, proyectos de solidaridad, relación con Dios...) se desfiguran y desaparecen. Quizá no lo decimos, pero sabemos que estamos tocados en lo más hondo de nuestro corazón.

Justamente en ese camino se nos ofrece la posibilidad de hacer el acto de confianza más radical que nunca habíamos creído que se nos pediría. En lo más profundo del corazón nos debatimos si la vida está cerrada a lo que controlamos o está abierta a lo inesperado. No es un acto heroico, sino de humildad, de abrirnos a la promesa amorosa de Alguien que nos ofrece como nunca su amor. Esto se da en pequeños actos de confianza, pero que denotan una radical consistencia de nuestras personas en la vida y en relación con Dios. La confianza ya no es fruto de la bisoñez, sino dentro del realismo más profundo alimentado por la fe. En el fondo, desconfiar es un sinvivir y la vida en verdad consiste en confiar.

Texto evangélico: Mc 5,24-34

Una mujer, que parecía hemorragias desde hacía doce años, y que había sufrido mucho con los médicos y había gastado todo lo que tenía sin provecho alguno, yendo más bien a peor, oyó hablar de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto. Pues se decía: «Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, quedaré curada». Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias y sintió que estaba curada del mal. Jesús se dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de él, se volvió en medio de la gente y preguntó: «¿Quién ha tocado mi ropa?». Sus discípulos le replicaron: «Ves que la gente te está estrujando y ¿preguntas quién te ha tocado?». Pero él miraba alrededor a ver si descubría a la que lo había hecho. La mujer, entonces, asustada y temblorosa, sabiendo lo que le había pasado, se acercó, se postró ante él y le contó toda la verdad. Jesús le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu mal».

Espiritualidad franciscana

«Por este mismo tiempo, se unió a ellos otro hombre de bien, llegando con él a ser ocho en número. Entonces, el bienaventurado Francisco los llamó a todos a su presencia y platicó sobre muchas cosas: del reino de Dios, del desprecio del mundo, de la negación de la propia voluntad y del dominio de la propia carne; los dividió en cuatro grupos de a dos y les dijo: «Marchad, carísimos, de dos en dos por las diversas partes de la tierra, anunciando a los hombres la paz y la penitencia para remisión de los pecados. Y permaneced pacientes en la tribulación, seguros, porque el Señor cumplirá su designio y su promesa. A los que os pregunten, responded con humildad; bendecid a los que os persigan; dad gracias a los que os injurien y calumnien, pues por esto se nos prepara un reino eterno».
Y ellos, inundados de gozo y alegría, se postraban en tierra ante Francisco en actitud de súplica, mientras recibían el mandato de la santa obediencia. Y Francisco los abrazaba, y con dulzura y devoción decía a cada uno: “Pon tu confianza en el Señor, que Él te sostendrá”. Estas palabras las repetía siempre que mandaba a algún hermano a una misión.» (1Cel 29).

Oración

Señor,
como tú quieras, debe sucederme,
y como tú quieras, así quiero caminar,
ayúdame sólo a comprender tu voluntad.

Señor,
cuando tú quieras, entonces es el momento,
y cuando tú quieras, estoy preparado,
hoy y en toda la eternidad.

Señor,
lo que tú quieras, eso lo acepto,
y lo que tú quieras, es para mí ganancia,
basta con que yo sea tuyo.

Señor,
porque tú lo quieres, por eso es bueno,
y porque tú lo quieres, por eso tengo valor,
mi corazón descansa en tus manos.

Beato Rupert Meyer.

Epílogo de la Carta

“La fe es un encuentro con Dios.” (S. Benetti)

Evangelio diario del mes de abril de 2019

Las personas que deseen hacer una lectura diaria del Evangelio, según las lecturas que corresponden cada día, tienen a continuación las referencias de todo el mes de abril:

1 Jn 4, 43-54 / 2 Jn 5,1-3,5-16 / 3 Jn 5,17-30 / 4 Jn 5, 31-47 / 5 Jn 7,1-2.10.25-30 / 6 Jn 7, 40-53 / 7 Jn 8, 1-11 / 8 Jn 8,12-20 / 9 Jn 8, 21-30 / 10 Jn 8, 31-42 / 11 Jn 8,51-59 / 12 Jn 10,31-42 / 13 Jn 11,45-57 / 14 Lc 23, 1-49 / 15 Jn 12,1-11 / 16 Jn 13,21-33.36-38 / 17 Mt 26, 14-25 / 18 Jn 13, 1-15 / 19 Jn 18,1-19,42 / 20 Lc 24,1-12 / 21 Jn 20, 1-9 / 22 Mt 28,8-15 / 23 Jn 20,11-18 / 24 Lc 24,13-35 / 25 Lc 24,35-48 / 26 Jn 21, 1-14 / 27 Mc 16, 9-15 / 28 Jn 20, 19-31 / 29 Mt 11,25-30 / 30 Jn 3,5a.7b-15

La oración del mes de abril será el día 25