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Marzo de 2019  Número 125

Principio 1. Buscar cada día la relación personalizada con Dios

Jesús buscaba continuamente espacios y tiempos para estar a solas con Dios Padre. San Francisco pedirá a sus hermanos que no haya impedimento alguno que los aleje de cuidar esa relación.

Éste es el gozne, el quicio sobre el que gira toda nuestra espiritualidad: que la vida nos viene de Dios Padre.

Tema de reflexión

Padre nuestro

Si hay algo que toca el corazón de Francisco es la relación personal con Dios. Dios es el amor no amado, es Aquél que lo ha dado todo, hasta lo inimaginable, por amor a nosotros. Dios nos ama de tal modo que no le ha importado que su propio Hijo tenga que morir por nosotros, por puro amor.

Es desde esta clave de relación de amor desde donde vive Francisco a Dios. Y por eso tiene alma de enamorado, porque se sabe envuelto en ese amor incondicionalmente entregado de Dios.

Francisco mira a Jesús, y ve en Él el reflejo de ese amor. Ve en Jesús al hombre que ha encarnado el amor entregado de Dios haciéndose el último, el más pequeño, el más pobre. Ve en Jesús a Aquél que ha vivido las bienaventuranzas en carne propia, a Aquél que se ha abajado hasta lavarnos los pies, a Aquél que nos ha amado hasta dar su vida “como cordero llevado al matadero”.

Francisco se ha visto envuelto en este amor de Dios, y por eso ha querido ser pequeño como Jesús, último como Jesús, amor apasionado como Jesús, hombre de paz como Jesús, her-mano de todos como Jesús.

Y por eso, en su oración le gusta dirigirse a Dios como lo hacía Jesús, llamándole Padre, sintiéndose confiadamente en sus brazos, pro-clamando su grandeza –Tú eres el bien, Tú eres fuerte, Tú eres santo…-, deseando que se haga realidad su presencia en este mundo –“el amor no es amado” era su gemido- y poniendo en sus manos su día a día y su vida.

Desde lo más hondo de su ser le brota continuamente la oración, porque se sabe amado, y sabe que ese amor es el que ha transformado su vida.

Texto evangélico: Mt 6, 9-15

Vosotros orad así: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo; danos hoy el pan que necesitamos; perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación; y líbranos del mal. Porque si vosotros perdonáis a los demás sus culpas, también os perdonará a vosotros vuestro Padre celestial. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.

Espiritualidad franciscana

“¡Oh santísimo PADRE NUESTRO: creador, redentor, consolador y salvador nuestro!

QUE ESTÁS EN LOS CIELOS: en los ángeles y en los santos; iluminándolos para conocer, porque tú, Señor, eres luz; inflamándolos para amar, porque tú, Señor, eres amor; habitando en ellos y colmándolos para gozar de la eterna bienaventuranza, porque tú, Señor, eres el bien sumo, eterno, de quien todo bien procede, sin quien no hay bien alguno.

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE: clarificada sea en nosotros tu noticia, para que conozcamos cuál es la anchura de tus beneficios, la largura de tus promesas, la sublimidad de tu majestad y la hondura de tus juicios.

VENGA TU REINO: para que reines en nosotros por la gracia, y nos hágase llegar a tu reino, donde está la visión manifiesta de ti, el amor perfecto a ti, la unión bienaventurada contigo, la fruición de ti por siempre

EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA: tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo, DÁNOSLE HOY: para que recordemos, comprendamos y veneremos el amor que nos tuvo y cuanto por nosotros dijo, hizo y padeció” (ParPN 1-4.6).

Oración

Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

Epílogo de la Carta

“Quien a Dios tiene nada le falta. Sólo Dios basta.” (Santa Teresa)

Evangelio diario del mes de marzo de 2019

Las personas que deseen hacer una lectura diaria del Evangelio, según las lecturas que corresponden cada día, tie-nen a continuación las referencias de todo el mes de marzo:

1 Mc 10,1-12 / 2 Mc 10,13-16 / 3 Lc 6, 39-45 / 4 Mc 10, 17-27 / 5 Mc 10, 28-31 / 6 Mt 6,1-6.16-18 / 7 Lc 9,22-25 / 8 Mt 9,14-15 / 9 Lc 5, 27-32 / 10 Lc 4, 1-13 / 11 Mt 25,31-46 / 12 Mt 6, 7-15 / 13 Lc 11, 29-32 / 14 Mt 7,7-12 / 15 Mt 5, 20-26 / 16 Mt 5, 43-48 / 17 Lc 9,28b-36 / 18 Lc 6,36-38 / 19 Mt 1,16.18-21.24a / 20 Mt 20, 17-28 / 21 Lc 16, 19-31 / 22 Mt 21, 33-43.45-46 / 23 Lc 15, 1-3.11-32 / 24 Lc 13,1-9 / 25 Lc 1,26-38 / 26 Mt 18,21-35 / 27 Mt 5,17-19 / 28 Lc 11, 14-23 / 29 Mc 12 28-34 / 30 Lc 18,9-14 / 31 Lc 15, 1-3.11-32

La oración en común de este mes de marzo será el día 28 a las 19:30