Julio de 2018 Número 117
Principio 1. Buscar cada día la relación personalizada con Dios
En este primer principio queremos aprender a mirar como Dios mismo nos mira, como Dios mismo mira la realidad. Y por eso, así como los discípulos pidieron a Jesús, enséñanos a orar, necesitamos pedirle, “Señor, enséñanos a amar”.
Tema de reflexión
Descubrir a Dios en las criaturas
El jesuita Toni Catalá, en una de sus reflexiones, nos dice que nuestra mirada a la realidad, al entorno, a las personas... normalmente es juzgadora, aunque pensemos que es una mirada religiosa. Y nos pone el ejemplo de Simón el fariseo. Cuando Jesús está en casa de Simón el fariseo y entra la pecadora de la ciudad los dos miran a la misma mujer pero no perciben la misma realidad. El fariseo percibe comportamientos “morales”, Jesús percibe a una criatura del Dios de la Vida que está rota. La mirada de Jesús no es religiosa, sino evangélica. Y nos damos cuenta de que la mirada Jesús y Simón generan prácticas diversas.
Siguiendo en la misma línea de reflexión, tenemos la cita de un gran jurista italiano, Francesco Carnelutti:
“Ante mis ojos pasaron asesinos, violadores, parricidas, ladrones, y toda esa humanidad desconcertante, reducida con frecuencia a la condición animal. Y vi que el Dios de los cristianos se identificaba con ellos, sin excepciones ni exclusiones. No se identificaba sólo con la aristocracia de los presos políticos, o con los condenados injustamente, sino con el delincuente común. Entonces comprendí que ninguna fantasía religiosa podía haber inventado un Dios así. Sólo el propio creador de esa humanidad oscura y desesperada podía haberse identificado con ella”
Mirar cómo Dios habita en las criaturas y percibirlo en ellas no está en función del comportamiento de las mismas, esto es lo “normal” y “natural”, sino percibir a Dios en las criaturas sólo lo podemos hacer cuando nos dejarnos transformar el corazón y la mirada por el Compasivo.
Sólo cuando tenemos la profunda persuasión de la radical dignidad del otro porque es de Dios, sólo cuando percibimos la naturaleza como obra de sus manos nuestra mirada se limpia y todo lo empezamos a ver con “ojos nuevos”.
Texto evangélico: Lc 13, 10-16
Un sábado estaba Jesús enseñando en una sinagoga, y había una mujer, que desde hacía dieciocho años estaba poseída por un espíritu que le producía una enfermedad; estaba encorvada y no podía enderezarse del todo. Jesús, al verla, la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad». Le impuso las manos, y en el acto se enderezó y se puso a alabar a Dios. El jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús curaba en sábado, empezó a decir a la gente: «Hay seis días en que se puede trabajar; venid a curaros en esos días y no sábado». El Señor le respondió: «¡Hipócritas! ¿No suelta cada uno de vosotros su buey o su asno de para llevarlos a beber? Y a ésta, que es una hija de Abraham, a la que Satanás tenía atada hace dieciocho años, ¿no se la podía soltar de su atadura en sábado?»
Espiritualidad franciscana
En el eremitorio que los hermanos tienen encima de Borgo San Sepolcro, sucedió que venían, a veces, unos ladrones a pedir pan a los hermanos; vivían escondidos en los grandes bosques de la provincia, pero de vez en cuando salían de ellos para despojar a los viajeros en los caminos. Algunos hermanos decían: «No está bien que les demos limosnas, ya que son bandidos que infieren tantos males a los hombres». Otros, teniendo en cuenta que pedían limosna obligados por gran necesidad, les socorrían.
Entre tanto llegó el bienaventurado Francisco al eremitorio. Y como los hermanos le pidieron su parecer..., respondió: «Id a proveeros de buen pan y de buen vino y llevadlos al bosque donde sabéis que ellos viven y gritad: “¡Venid, hermanos bandidos! Somos vuestros hermanos y os traemos buen pan y buen vino”. En seguida acudirán a vuestra llamada. Tended un mantel en el suelo y colocad sobre él el pan y el vino y servídselos con humildad y buen talante. Después de la comida exponedles la palabra del Señor y por fin hacedles... un primer ruego: que os prometan que no golpearan ni harán mal a hombre alguno en su persona. Los bandidos os lo prometerán movidos por vuestra humildad y por el amor que les habéis mostrado».
Oración
Tú, que no quieres en modo alguno
ser amado contra lo creado,
sino glorificado a través de la creación,
danos, hoy y cada día:
La atención a lo real
en su riqueza y en su complejidad.
El coraje humilde para decidir y actuar
sin tener garantizado el acierto
y, menos aún, el éxito.
La paciencia para lo que sólo germina
a largo plazo,
para lo que no está en nuestras manos acelerar.
Un vivir reconciliado con nuestro cuerpo
imprevisible, vulnerable, amable.
El trabajo con su gozo y su fatiga,
y el sufrimiento por quienes no pueden trabajar.
Una apertura sin defensas
a la presencia de los otros
que nos visitan muy dentro
si dejamos que entren con su irreductible diversidad.
Sólo así entenderemos tu encarnación.
Sólo así podremos vivir encarnados.
Epílogo de la Carta
“Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.” (Saint Exupéry)
Evangelio diario del mes de julio de 2018
Las personas que deseen hacer una lectura diaria del Evangelio, según las lecturas que corresponden a cada día, tienen a continuación las referencias de todo el mes de julio:
1 Mc 5, 21-43 / 2 Mt 8, 18-22 / 3 Mt 8, 23-27 / 4 Mt 8, 28-34 / 5 Mt 9, 1-8 / 6 Mt 9, 9-13 / 7 Mt 9,14-17 / 8 Mc 6,1-6 / 9 Mt 9,18-26 / 10 Mt 9, 27-29 / 11 Mt 10,1-7 / 12 Mt 10,7-15 / 13 Mt 10, 16-23 / 14 Mt 10, 24-33 / 15 Mc 6, 7-13 / 16 Mt 10,34-11,1 / 17 Mt 11, 20-24 / 18 Mt 11, 25-27 / 19 Mt 11,28-30 / 20 Mt 12, 1-8 / 21Lc 9, 1-6 / 22 Mc 6,30-34 / 23 Mt 12, 38-42 / 24 Mt 12, 46-50 / 25 Mt 20, 20-28 / 26 Mt 13, 10-17 / 27 Mt 13, 18-23 / 28 Mt 13, 24-30 / 29 Jn 6,1-15 / 30 Mt 13,31-35 / 31 Lc 9, 18-26 /
La oración en común de este mes de julio será el día 26 a las 19:30