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Enero de 2018  Número 111

Principio 3. Vida cotidiana: Hacia fuera, solidaridad

El Papa Francisco ha mostrado repetidamente su preocupación por la naturaleza, pero sobre todo por los más desfavorecidos. La razón es bien sencilla: la naturaleza no está fuera de nosotros, y no podemos mostrarnos sensibles a la naturaleza mostrándonos insensibles ante las personas marginadas, ninguneadas. Los tiempos que vivimos nos exigen ética y responsabilidad. Iniciemos el año cuidando este mundo herido.

Tema de reflexión

Ecología social

¿Nos imaginamos qué cara pondría Francisco de Asís si escuchara hablar de “ecología social”? Seguramente no entendería nada, como es lógico. No podemos pensar que palabras e ideas actuales fueran entendidas en otras épocas. Pero es curioso cómo las intuiciones que han vivido hombres y mujeres de tiempos pasados nos pueden animar a vivir cuestiones actuales, en ideas y palabras de hoy, de una forma más humana y solidaria.

Cuando se optaba por vivir en pobreza generalmente se asociaba a dimensiones personales como saber vivir en libertad, no atados a la mera satisfacción de las necesidades físicas o psíquicas; otra veces, se asociaba a alcanzar alguna virtud, o se leía como sacrificio que traía otras ganancias de tipo moral o religiosa, etc. Hoy, en cambio, estamos movidos por sensibilidades que atienden a dimensiones que hasta hace poco impensables, o no eran objeto de cuidado; como pueden ser las dimensiones más sociales, políticas, ecológicas, etc.

En este orden de cosas, vamos aprendiendo que nuestro modo de vida más frugal y austero no sólo puede responder a aquellos motivos que importaban en otros tiempos como la ascesis, algún tipo de mortificación como algo meritorio, etc. Hoy en día somos más conscientes de que nuestra austeridad y frugalidad tiene influencia en el bienestar o malestar de otras gentes y que incide en la marcha mejor o peor de este planeta tan frágil y caduco. Nuestras opciones en materia de consumo, gasto, desperdicios, nuestro aprovechamiento óptimo o no de nuestros recursos personales y sociales están determinando la realidad social y ecológica.

Por ello, la espiritualidad franciscana también tiene algo que decir, y mucho en estos nuevos territorios de las preocupaciones actuales de la humanidad. Francisco no fue un ecologista como nosotros lo entendemos, ni mucho menos. Pero sus intuiciones en planos cortos, cuando quería repartir sus pocas pertenencias con los más pobres, cuando invitaba a una vida frugal, etc. tienen hoy gran actualidad a nivel más global, social y planetario. Sus intuiciones más hondas son hondamente actuales

Texto bíblico: 2 Cor 8,1-5

Queremos haceros saber, hermanos, la gracia que Dios ha concedido a las iglesias de Macedonia. Porque han sido muchas las tribulaciones con que han sido probadas, y sin embargo su gozo es tal que, a pesar de su extrema pobreza, han derrochado generosidad. Porque doy testimonio de que han contribuido según sus posibilidades y aun por encima de ellas. Por propia iniciativa nos pedían con gran insistencia que les permitiéramos participar en la colecta en ayuda de los creyentes. Superando incluso nuestras esperanzas, se entregaron en persona primero al Señor y luego a nosotros, pues tal era la voluntad de Dios.

Espiritualidad franciscana

El hecho sucedió en Celano. Un día de invierno, San Francisco llevaba puesto, doblado en forma de manto, un paño que le había prestado cierto amigo de los hermanos de Tívoli. Y, estando en el palacio del obispo de Marsi, se le presenta una viejecita que pedía limosna. En seguida suelta del cuello el paño y se lo alarga a la viejecita, diciéndole: «Anda, hazte un vestido, que bien lo necesitas». Sonríe la viejecita, y, sorprendida, no sabemos si de temor o de gozo, toma de las manos el paño. Se larga muy presta y, por que no se diera -si tardaba- el peligro de que lo reclamasen, lo corta con las tijeras.

Pero, al comprobar que el paño cortado no basta para una túnica, torna a donde el Santo, en las alas de la generosidad que había experimentado, y le hace ver lo insuficiente del paño. El Santo vuelve los ojos al compañero, que llevaba a la espalda otro de igual medida, y le dice: «¿Oyes, hermano, lo que dice esta pobrecilla? Suframos el frío por amor de Dios y da el paño a la pobrecilla para que complete la túnica». Dio él, da también el compañero; y, despojados el uno y el otro, visten a la viejecita (2Cel 86).

Oración

Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas,
que salieron de tu mano poderosa.
Son tuyas,
y están llenas de tu presencia y de tu ternura.
Alabado seas.
Hijo de Dios, Jesús,
por ti fueron creadas todas las cosas.
Te formaste en el seno materno de María,
te hiciste parte de esta tierra,
y miraste este mundo con ojos humanos.
Hoy estás vivo en cada criatura
con tu gloria de resucitado.
Alabado seas.
Espíritu Santo, que con tu luz
orientas este mundo hacia el amor del Padre
y acompañas el gemido de la creación,
tú vives también en nuestros corazones
para impulsarnos al bien.
Alabado seas.
Señor Uno y Trino,
comunidad preciosa de amor infinito,
enséñanos a contemplarte

en la belleza del universo,
donde todo nos habla de ti.
Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud
por cada ser que has creado.
Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos
con todo lo que existe.
Dios de amor,
muéstranos nuestro lugar en este mundo
como instrumentos de tu cariño
por todos los seres de esta tierra,
porque ninguno de ellos está olvidado ante ti.
Ilumina a los dueños del poder y del dinero
para que se guarden del pecado de la indiferencia,
amen el bien común, promuevan a los débiles,
y cuiden este mundo que habitamos.
Los pobres y la tierra están clamando:
Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz,
para proteger toda vida,
para preparar un futuro mejor,
para que venga tu Reino
de justicia, de paz, de amor y de hermosura.
Alabado seas.

Amén. (Papa Francisco)

Epílogo de la Carta

“El tema más importante sobre el medio ambiente es uno que rara vez se menciona, y es la falta de ética de nuestra cultura.” (Gaylord Nelson)

Evangelio diario del mes de enero de 2018

Las personas que deseen hacer una lectura diaria del Evangelio, según las lecturas que corresponden a cada día, tienen a continuación las referencias de todo el mes de enero:

1 Lk 2, 16-21 / 2 Jn 1, 19-28 / 3.Jn 1, 29-34 / 4 Jn 1, 35-42 / 5 Jn 1, 43-51 / 6 Mt 2,1-12 / 7 Mc 1, 7-11 / 8 Mc 1, 14-20 / 9 Mc 1, 21-28 / 10 Mc 1, 29-39 / 11 Mc 1, 40-45 / 12 Mc 2, 1-12 / 13 Mc 2, 13-17 / 14 Jn 1,35-42 / 15 Mc 2, 18-22 / 16 Mc 2, 23-28 / 17 Mc 3, 1-6 / 18 Mc 3, 7-12 / 19 Mc 3, 13-19 / 20 Mc 3, 20-21 / 21 Mc 1,14-20 / 22 Mc 3,22-30 / 23 Mc 3, 31-35 / 24 Mc 16,15-18 / 25 Mc 4, 21-25 / 26 Mc 4, 26-34 / 27 Mc 4, 35-41 / 28 Mc 1, 21-28 / 39 Mc 5,1-20 / 30 Mc 5,21-43 / 31 Mc 6,1-6

La oración del mes de enero será el día 25